- Fadrique: Hijo ilegítimo de Martín el Humano y una condesa siciliana.
- Jaime de Urgel: Nieto de una hermana de Pedro IV.
- Alfonso de Gandía: Nieto de Jaime II de Aragón.
- Luís de Anjou: Nieto de Juan I e hijo de Juana de Aragón.
- Fernando de Antequera: Nieto de Pedro IV.
Ante tales candidatos, lo normal sería convocar un Parlamento General, pero se convocaron en el castillo de Caspe a nueve representantes, tres aragoneses, tres catalanes y tres valencianos, quienes acabarían eligiendo a Fernando de Antequera, de ahora en adelante Fernando I de Aragón. Los motivos de su elección fueron la cercanía familiar con Pedro IV y el apoyo que tenía previamente del papado por esa misma razón.
El reinado de Fernando I de Aragón (1412-1416) se caracterizaría por un primer miedo que se tenía a que estableciera un modelo castellano a las políticas aragonesas, pero no fue así. Su principal objetivo era el control del Mediterraneo y su expansión comercial, de hecho tenía especial interés en Nápoles, donde intervendría con su hijo Alfonso V el Magnánimo. Además, pide al Papa ser investido rey de Sicilia, Cerdeña y Córcega, a lo que se debe sumar que estableció importantes alianzas con el sultan de Egipto y Fez, así como establecer la paz con los Doria de Génova para un mayor rendimiento comercial de la Corona de Aragón. Sin embargo, tuvo cierto problemas en Sicilia, así como Cerdeña, donde hubo una insurrección que se detuvo en el 1416.
Alfonso V (1416-1458) , hijo de Fernando de Antequera, tomaría el trono tras su padre, con quien habría llevado a cabo importantes acciones militares en Nápoles y también procuró potenciar el papel de Aragón en el comercio mediterraneo, sin inmiscuirse mucho en asuntos castellanos, de hecho dejó como regente varias veces a su esposa a causa de intervenciones diplomáticas en la Península Itálica. En 1435 daría comienzo a serias intervenciones militares que le llevarían preso en la Batalla de Ponza y de hecho tuvo que pactarse su libertad. A esta cuestión cabe tener en cuenta que entró en contacto con el renacimiento italiano, por lo que fue su vía de entrada a la Península Ibérica.
Tras el fallecimiento de Alfonso V, gobernaría Juan II de Aragón (1458-1479), hermano del difunto rey e hijo de Fernando I. Fue nombrado durante su reinado, lugarteniente de Cerdeña, Sicilia, Valencia y Cataluña (recelo por parte de la nobleza catalana), a lo que se sumaría el derecho sobre algunos territorios debido a sus matrimonios. Este rey abandonaría las políticas de intervención mediterranea para centrarse en la Península Ibérica. Por otra parte, se vio envuelto en un conflicto contra su sucesor Carlos. Importancia de la Concordia de Vallafranca.
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