A partir del 1898, y más notorio a partir de 1907, aumenta la inestabilidad del régimen y la agitación social, dando lugar a un ambiente de inestabilidad, conflictos, campañas autonomistas y anticatalanistas... A raíz de los cambios de gobierno repentinos, se acabaron formando gobiernos de concentración en los que encontramos conservadores y liberales entre otros. A su vez, las protestas obreras y campesinas se extendieron animadas por el triunfo de la Revolución Soviética. Ante esta situación y el aumento del sindicalismo, el gobierno y los patrones responden con medidas más drásticas usando el cierre de empresas, la negativa de dar trabajo a afiliados , potenciación de grupos sindicales, atentados, nuevas leyes contra sindicatos... Este fenómeno, además, se ve acentuado por la derrota del ejército español en Marruecos, el asesinato de Dato, el surgimiento de fórmulas autoritárias...
Todos estos aspectos suponían una serie de condiciones idóneas para que se llevara a cabo un golpe de Estado, que lo llevaría a cabo Primo de Rivera en 1923.
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