En el caso del directorio militar, Primo de Rivera tenía una serie de planes en la línea descentralizadora, guiándose por una política centralista y anticatalanista que daría lugar a esta serie de aspectos:
- Persecución del caciquismo
- Reformas legislativas: Aprobación del Estatuto Municipal (1924) elaborado por José Calvo Sotelo (carácter centralizador y otorga a las mujeres cabeza de familia el derecho al voto). Se intenta reformar la ley electoral para que todas las mujeres puedan votar, cosa que no se aplicó.
- Fundación de la Unión Patriótica, un movimiento que reunía a los sectores conservadores que apoyaban el régimen. Controla gran parte de los cargos públicos pero no funciona como partido único, sino como entidad circunstancial y oportunista unida a la administración. Supone un nuevo caciquismo
- Represión contra el catalanismo y el movimiento obrero: En un principio, parecía que podía haber ciertas similitudes entre los catalanistas y el golpe de Estado de Primo de Rivera, pero a la larga las diferencias se marcan más. Primo de Rivera prohibe el uso del catalán en público, los juegos florales, suprime la Mancomunidad de Cataluña... cosa que supone una radicalización del catalanismo, dentro de los que, un sector independentista adopta una vía insurreccional.
- Orden público: El orden público estaba deteriorado, y el nuevo gobierno deseaba restablecerlo. Esta política supuso el freno de huelgas, atentados y protestas obreras, al menos parcialmente; además de una represión contra la CNT y el PCE.
- Problema de Marruecos: Aunque en principio Primo de Rivera apoyaba el abandono del protectorado, acaba cambiando de opinión. Ante esta situación, Abd el Krim lanzó una ofensiva que tuvo éxito en la parte española del protectorado, sin embargo, al atacar también la parte francesa, fracasó.
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