sábado, 2 de febrero de 2019

Cicerón y el Concordia Ordinum

Coincidiendo con las primeras actuaciones de César, Cicerón entraría a formar parte del senado, y aunque aspiraba a ser cónsul, no lo conseguiría hasta más tarde de lo deseado a pesar del apoyo de la nobilitas. Frente a la crisis de la República, en vez de optar por mantenerla mediante sistemas tradicionales, decide probar un nuevo sistema al que llamaría "concordia ordinum", con el que pretende frenar el poder y los avances de los imperators.

Su estrategia es muy directa, pues consiste en atacar a los populares, destacando Catilina (a quien César defendía), quien ya anteriormente intentó llevar a cabo varias revueltas; a continuación  llamaría a un sector de la población prestigiosa que defienda el sistema republicano (formado por la facción moderada de los optimates, equites y una minoría popular) con el objetivo de enfrentarse al poder militar.

Su consolado quedaría marcado por la conspiración del mencionado Catilina, quien ha causado intentos de revuelta frente a la crisis económica romana del momento que además se acentúan porque los impuestos no pueden llegar por los problemas de Oriente, y además parte de la población romana no puede pagar sus deudas; y los jóvenes aristócratas pretender cambiar esto liderados por Catilina y apoyados por su clientela; sin embrago las diferencias entre ellos harán imposible la revuelta, a lo que se suma que Cicerón sería informado por sus espías.

El 22 de octubre del 63 aC Cicerón acusaría a Catilina y tras eso se levantarían los ejércitos con pruebas de las acciones de Catilina en cartas. A la par, Catón pide la ejecución de Catilina mediante un senatus consultum optimus. Cicerón se convertiría en el triumfador de todo esto, pero no duraría mucho ya que César empezaba a ganar prestigio y él defendía a Catilina, por lo que ganaba soporte. Ante tal situación, Cicerón debe exiliarse a Macedonia.

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