martes, 26 de junio de 2018

III Guerra Celtibérica (143-133 a.C.) resumida

Este conflicto se inició por una supuesta rebelión celtibérica, pero las causas no están mencionadas en las fuentes; pero algunos autores contemporaneos peinan que al ser una época en que los lusitanos se rebelaban contra Roma, los celtíberos se habrían apuntado, a pesar de que lusitanos y celtíberos son muy distintos.

Ante esta supuesta rebelión, se enviaron varios cónsules para intentar frenar dicha rebelión, entre los que cabe mencionar a Hostilio Mancino (cónsul en 137 a.C.), quien llegó como cónsul en la Península Ibérica siendo militarmente malo y, aplicando tácticas y decisiones que supondrían un grave error, llevándole a ser emboscado en un desfiladero por parte de celtíberos, por lo que él se vio obligado a rendirse junto al ejército que dirigía, lo que supuso una gran humillación para Roma. Ante tal situación, Roma le destituyó y lo procesaron, mandándolo de nuevo a territorios celtibéricos para entregarlo a los pobladores, pero los celtíberos no lo aceptan para evitar romper determinados acuerdos.

Frente a la necesidad de una solución, se elige a Publio Cornelio Escipión Emiliano como nuevo cónsul, quien ya fue cónsul en la III Guerra Púnica, pero hay que tener en cuenta que se le adjudicó Hispania ad sortem. Tras su elección, reúne a un ejército personal y marca como objetivos el disciplinar a este ejército y destrucción del Valle del Ebro y el área vaccea; por lo que Cero de Numancia crea un cinturón de 7 campamentos, sin embargo se rinden por hambre.

En 133 a.C. se produce el fin de la guerra y el fin de Numancia. Este fin de guerra dio paso a duras represalias por parte de Roma, pues llevó a cabo una esclavización en masa destrucción de ciudades, desembarcos territoriales...

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