Lorth North estuvo en el poder entre 1770 y 1782. Se reveló como un buen administrador, capaz de reestablecer la estabilidad financiera y reducir los impuestos por primera vez desde 1756. El control de las Cámaras mediante el habitual reparto de pensiones y apoyo del clero y de la nobleza permitió gobernar sin grandes sobresaltos hasta que en 1775 la crisis americana deriva a una guerra abierta. Se asiste al incremento de impuestos y al reforzamiento de la oposición y del radicalismo, mientras la opinión pública hacía responsables al rey y a su gobierno de la independencia de las trece colonias norteamericanas.
Otro problema que hubo durante el período en que Lord North estuvo en el poder fue la tensión en Irlanda , un territorio gobernado desde presupuestos coloniales y donde comenzaba a surgir un creciente patriotismo. En 1780 hubo ataques contra los católicos ingleses y contra los trabajadores irlandeses emigrados a Inglaterra a raíz de la crisis económica que azotaba la isla. Lorth North trató de hacer frente a la delicada situación irlandesa declarando la autonomía del Parlamento de Dublín, el rumbo de la guerra americana y la capitulación final de Yorktown. En 1782 cayó víctima de una moción de censura del parlamento. Tras la rápida sucesión de varios primeros ministros se hizo con el poder encabezando una coalición junto a Charles Fox, negociando la Paz de Versalles con los americanos. Iban a impulsar un programa reformador destinado a reducir gastos mediante la supresión de cargos disminuyendo paralelamente la capacidad de patronazgo de la Corona . Fracasaron en su intento de limitar los poderes de la Compañía de las Indias Orientales.
Ante la desestabilidad de la situación, Lorth North es sustituido por William Pitt "el joven" en 1782, quien logra dar una estabilidad al gobierno de Jorge III.
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